Planificación de una ruta de senderismo
Cómo preparar la excursión
Andar por el medio natural es sencillo y divertido, pero todo comporta
riesgos. Para tener una jornada senderista segura y agradable sigue los
siguientes pasos.
Primer paso: estudia la ruta.
Has de obtener datos de: distancia, desnivel acumulado de subida, desnivel
acumulado de bajada, tiempo estimado, valoración de dificultad, tipo de camino,
dificultades técnicas, presencia de agua, necesidad de material específico, si
hay señalización en el sendero y presencia de riesgos.
Puedes acudir a topo guías, libros, webs o gente con experiencia
contrastada; si sabes leer un mapa, mucho mejor.
Anota en un papel, o en otro soporte, los datos básicos y
llévatelos contigo.
Segundo paso: entérate del tiempo que hará.
Has de saber que temperaturas puede haber, que posibilidad de lluvia, nieve
o niebla puede darse, cual es el factor de la radiación ultravioleta, etc.
Tienes que pensar en qué implicaciones tiene cada factor meteorológico a la
hora de hacer la mochila
En la red hay muchas webs que te ofrecen información; el pronóstico con 48
horas de antelación es muy fiable. Si hay una alerta meteorológica,
cambia el plan o renuncia.
Tercer paso: evalúa tus posibilidades.
A veces es lo más difícil, pero es lo más importante. Tienes que hacer un
balance y ver si la actividad se adecua a tus condiciones físicas y
conocimientos técnicos.
Si no lo tienes claro, empieza por itinerarios de no más de dos horas y
menos de 300 mts. De desnivel de subida. Y desde estos parámetros ve creciendo.
Aparte de esto tres pasos has de pensar en
- Comunicar: dile a algún familiar o amigo que ruta vas a hacer y
¡no te olvides de hablar con ellos cuando acabes¡
- Planificar: si la ruta es de varios días tienes que averiguar dónde dormir,
conseguir provisiones, etc.
- Prever: cuando estudies la ruta, mira posibles puntos o rutas de
“escape” ante alguna dificultad o bien cuando veas que no eres capaz de
completarla por cuestión física
Consejos para la caminata
Si no tienes experiencia no intentes dar paseos largos o
difíciles por tu cuenta
Revisa, cada cierto tiempo, la adecuación de tu marcha a la
programación que había previsto; si es necesario acorta la excursión si vas
retrasado
Atención a los cambios meteorológicos
No te aceleres, tomate el tiempo que sea necesario para la
actividad
Para regularmente, come y bebe, aunque no tengas sed
Cuando vayas a parar, añade una capa de abrigo a tu
indumentaria
No tomes riesgos; si te sientes enfermo de repente o aparece
otra dificultad, date la vuelta
Equipamiento:
Mochila: Es un elemento básico a tener
en cuenta. Será necesaria una mochila cómoda y que dé libertad de movimiento.
Se reducirá el equipo a un peso mínimo, que sea fácil de llevar y siempre
acorde a tus necesidades y tu capacidad física. Lo más recomendable para un
día, es una con capacidad entre 10 y 20 litros. Es importante que tenga
tirantes regulables tanto en los hombros como en la cintura para centrarla y
que se reparta equilibradamente el peso. El equipaje ha de ser ligero:
alimentos (para poder mantener el nivel de azúcar y contrarrestar el desgaste
energético), agua, gafas de sol, crema solar (imprescindible), artículos de
emergencia, protector labial, cámara de fotos, nuestra documentación…
Durante la ruta
Lo más importante es
aplicar el sentido común. Hacer senderismo es disfrutar de la naturaleza, no
consiste en batir récords de velocidad o de distancia, sobre todo si no estamos
preparados físicamente.
·
Si ese día, por el motivo que sea te encuentras mal,
es preferible no salir a hacer la ruta, ya que lo pasarás mal y también
perjudicarás a tu grupo.
·
No todos tenemos la misma forma física, y todos
podemos tener un mal día, nos podemos sentir mal durante la ruta, más cansados
de lo normal, etc. Siempre hay que
adaptarse a la persona que tiene el ritmo más bajo.
·
Si llegáis a un tramo que consideráis peligroso o que
está por encima de vuestras posibilidades es preferible dar la vuelta.
·
No dejar a nadie atrás
·
Hay que beber
con frecuencia pero pequeñas cantidades. Raciona el agua para que dure
toda la jornada, manteniendo al menos una pequeña reserva hasta que estés muy
cerca del final de la jornada.
·
Siempre que sea posible lleva un plano topográfico de la zona por la que transcurre
la ruta, con la ruta marcada. La señalización no siempre es perfecta y a veces
nos podemos despistar. El mapa topográfico te ayuda a identificar el terreno a
tu alrededor y tomar referencias. Si ves que has perdido el sendero correcto,
intenta volver sobre tus pasos hasta la última marca de señalización del
sendero.
Las marcas de señalización de senderos son
·
Respeta la
naturaleza. No gritéis y no hagáis demasiado ruido
(molestarás a los animales y a otras personas que estén haciendo la ruta). Por
supuesto no dejes basuras o desperdicios, ni siquiera desperdicios orgánicos
(peladuras de frutas, etc.), recógelo todo en una bolsa y llévalo de vuelta. No
arranques plantas ni ramas, etc. En definitiva disfruta del campo y déjalo tal
como lo has encontrado, o mejor, por ejemplo si llevas de vuelta basura que
haya dejado anteriormente algún 'cerdo'
·
Respeta
también la propiedad privada. No pisotees los sembrados: si tenéis
que pasar por un sembrado o un terreno de cultivo, hacedlo en fila india por
una zona que perjudique lo menos posible. No cojas frutas ni ningún producto de
fincas privadas. Si la ruta atraviesa una propiedad privada deja todo tal como
estaba (puertas de cercados, vallas, etc.). Si algún propietario ha cortado de
alguna forma el acceso habitual de la ruta es preferible dar la vuelta y
comunicarlo en el Ayuntamiento del pueblo o en la Oficina de Turismo o a la
Guardia Civil, etc.
Botiquín
Debemos llevar
un botiquín básico que cubra los pequeños problemas de salud que podamos tener
(nosotros o las personas que nos acompañan) durante la ruta. El botiquín tiene
que ser fácilmente indentificable, ya que si somos nosotros los que tenemos el
percance y necesitamos ayuda de otra persona, esa persona tiene que poder
encontrarlo fácilmente. Por este mismo motivo no conviene llevar las cosas
sueltas por diferentes apartados de la mochila. El propio botiquín conviene
llevarlo dentro de una bolsa de plástico en la mochila, para evitar que por
cualquier motivo se moje.
·
Como contenedor: una bolsa de lona o material
resistente, o estuche rígido pequeño, identificable fácilmente como botiquín.
Ten en cuenta las dimensiones. Para senderismo (salidas de unas horas) podemos
llevar un botiquín pequeño, que no nos ocupe mucho espacio en la mochila.
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Tiritas
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Un par de bolsitas de gasas estériles
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Vendas compresivas
elásticas / venda adhesiva
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Esparadrapo resistente
(el de tela)
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Antiséptico (un bote pequeño de betadine o cristalmina)
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Unos guantes
de látex. Ocupan muy poco y nos permitirán tratar una herida minimizando
el riesgo de infección
·
Antihistamínico para
posibles picaduras de insectos (por ejemplo barrita para picaduras)
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2-3 monodosis de suero fisiológico (para limpiar heridas, lavar los ojos..)
·
Una pinza pequeña
y unas tijeras pequeñas
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Opcionalmente, colirio
·
Algún analgésico suave (paracetamol, ibuprofeno)
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Urbasón (muy recomendable llevarlo si hay alguien
alérgico a picaduras, por ejemplo para reacciones muy violentas a picaduras de
avispas, etc.. Consulta con tu médico)
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Puntos de sutura adhesivos
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Una manta
térmica (que puede ir fuera del botiquín, pero conviene
llevarla)
Preparación
física
Es aconsejable tener una buena forma y capacidad de
resistencia si lo que se pretende es hacer un trayecto de media o larga
distancia. Sin embargo puede seleccionarse un itinerario más asequible teniendo
en cuenta tus limitaciones o las de tu grupo. Lo importante es adaptarse y
seleccionar con detenimiento, teniendo en cuenta las opciones más interesantes
en un determinado paraje.